Siempre hay una primera vez para todo que no necesariamente tiene que coincidir con el primer día que..., pero esto depende según como se mire. Viene esto cuanto ante el inicio del este curso 2018/19 que, en mi caso, es el numero 35 que no son muchos ni pocos, son los que son para uso y disfrute o no , según se mire, de propios y extraños.
Si, es verdad que ante la proximidad del inicio del curso, y pasen los años que pasen, uno intenta sumar algunas cosas, alguna inquietud, aportar algo nuevo, también borrar algo que no ha funcionado o simplemente cambiar alguna estrategia, nada peor para la salud de uno y de los que tiene delante de adentrarse en los terrenos de la rutina mas confortable y más inútil , esa que da seguridad pero frena emociones e ilusiones, esa que te aburre, que te hace mayor y previsible
Así que en este inicio de curso tengo la gran oportunidad como todos los principios de curso, de esa emoción recurrente, esa inquietud de la primera vez, porque vuelve a ser la primera vez que me pongo delante de unos alumnos que nunca antes había tenido, que están ante mi expectantes algunos, curiosos otros o simplemente resignados.
Es la primera vez que trato con unos padres que no conozco que supongo que esperan de mi lo mejor, al igual que yo de ellos, espero no defraudar aunque no siempre lo consigo, pero seguro que entre todos lo intentamos. Siempre me parecen escasas y muy mejorables las relaciones familias y escuela, basadas en la confianza y respeto mutuos porque compartimos un gran objetivo, educar en el sentido más amplio y de la mejor manera posible a los crios.
Se trata despertar su curiosidad, de que se emocionen de vez en cuando, de que vayan con agrado a tus clases, de que lo cuestionen todo y a todos, también a ti como docente, de que los enseñes a pensar y no a repetir, que aprendan a debatir, a ser tolerantes, respetuosos, que te diviertas con ellos y ellos contigo, y que cuando pase el tiempo te recuerden con esa sonrisa y agradecimiento como todos recordamos a esos nuestros queridos maestros.
Hoy, tres de septiembre, empezamos nuevo curso, a mi querido profesor que hoy inicia su sueño y su pasión por la que peleó a brazo partido sin negar esfuerzo ni sacrificio, por la que renuncio a tantas cosas, un sueño en el que creyó desde el principio y nosotros con él, lo has conseguido y empiezas otro más emocionante que es recorrerlo, el sueño empieza hoy.
A mi querido profesor solo le deseo que disfrute tanto de la escuela como lo hacemos tu madre, tu hermano y yo.
A mi querido profesor en su primer día.
P.D. El lector es muy libre de cambiar el título de esta entrada por este otro de " Mi querido profesor" porque la he escrito para él.
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