Yoga y deporte: estira las piernas después del esfuerzo.

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Esterillas Yoga

Ladrillos yoga

Correr, nadar o simplemente caminar, estos ejercicios ejercen presión sobre los músculos de los tendones, los tres músculos de la parte posterior de los muslos que permiten doblar las rodillas, llevar la pierna a una posición de pie y doblarla hacia adelante. Estos músculos necesitan ser estirados. ¡Aquí tienes un consejo de yoga!

La postura de yoga para alargar la pierna isquiosa

Si los isquios de las piernas son demasiado rígidos, impiden la inclinación de la pelvis necesaria para cualquier movimiento del tronco hacia los pies. El tronco se estresa para compensar la falta de movilidad de la pelvis. Esto lleva rápidamente a un dolor lumbar crónico.

Para recuperar el rango de movimiento en las piernas y estirar estos músculos de nuevo, no hay nada como la llamada «postura del corredor».

La técnica:

  • Empieza a cuatro patas y pon las muñecas bien debajo de los hombros. La espalda está recta.
  • Coloca el pie derecho junto a la mano derecha.
  • Doblar el tobillo para colocar el talón cerca de la mano, el pie se «flexiona». Toda la parte trasera de tu pierna está bien estirada ( 1 ).
  • Incline el pecho hacia adelante, soltando la cabeza y respirando tranquilamente unas diez veces.
  • Dirija su respiración detrás de su pierna y hacia abajo en la parte baja de su espalda donde sienta el estiramiento ( 2 ).
  • Vuelve y empieza de nuevo en el otro lado.

Variación: Si tiene dificultad para mantener las manos en el suelo, no dude en colocar un ladrillo a cada lado de la pierna para poner las manos sobre él y mantener este apoyo.

Cuando haya completado la postura, puede ponerse a cuatro patas y hacer pequeños círculos con la pelvis para relajar la parte baja de la espalda.

Luego, quédese un momento en la postura del niño (sentado sobre sus talones, la frente en el suelo y las manos junto a los pies) para relajar los muslos.

¿Cuándo practicar esta postura?

Acostúmbrese a practicar esta postura después de cada esfuerzo físico que le tense los tendones de la corva. Esto los mantendrá musculosos y flexibles.

Para los más flexibles, este ejercicio prepara y calienta con la misma eficacia que antes del hanumanasana, el gran hueco.

Inspirado en artículos de Esprit Yoga



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