Restaurando la Compasión

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Esterillas Yoga

Ladrillos yoga

Lejos de ser una simple sensibilidad al sufrimiento de los demás, la compasión puede ser una acción efectiva y restauradora, hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el planeta.(©Thinkstock)Las investigaciones actuales de la neurociencia muestran que la compasión está enraizada en los sistemas evolutivos del cerebro, pero también que nuestros sistemas neuronales han evolucionado específicamente para dar y recibir amabilidad. Pero en nuestra forma de vida actual, con su enfoque en las metas y el individualismo… A menudo confundida con la autocompasión, la conmiseración o el angelismo ingenuo, la compasión se ve como un empalagoso que está más en el registro sentimental. Ni indulgencia ni debilidad, la compasión atrevida implica en realidad un acto de valor para abrirse al sufrimiento y permanecer emocionalmente conectado a él.Apertura al mundo Después de vivir veintinueve años sin ser consciente de la miseria del mundo, la curiosidad llevó al príncipe Siddartha Gautama (futuro Buda) a abandonar su palacio por una noche. Las escenas que observó fuera de su casa despertaron en él un profundo deseo de comprender el sufrimiento y encontrar una manera de liberarse de él. Esta narración pretende mostrar que podemos decidir entre permanecer en nuestra «burbuja», prisioneros de la ilusión de estar separados del resto del mundo y tentados a negar su dureza, o salir de ella. El Yoga Sutra de Patanjali, un texto de referencia en la práctica y la enseñanza del yoga contemporáneo, a su vez retoma la cuestión de la compasión. Las enseñanzas del Buda y de Patanjali coinciden en que si no es totalmente posible poner fin al dolor, los seres humanos pueden aprender a frustrar sus mecanismos y así modular su forma de reaccionar ante él. Cultivando la compasión a través del yoga Algunas prácticas como el yoga pueden proporcionar condiciones óptimas para que la compasión florezca. Contrariamente a la creencia popular de que el yoga y la meditación son prácticas individualistas que refuerzan un cierto aislamiento y «autocentrado», estas disciplinas actúan como un verdadero antídoto contra la falta de compasión que caracteriza a los sistemas políticos y económicos actuales, que se centran en valores de productividad racional y eficiencia. La práctica regular del yoga activa estados psicológicos positivos, capaces de liberarnos de la negación, el miedo y la ansiedad, y estimula una cálida expansión del ser que nos conecta con los demás.Artículo escrito por Ananda Ceballos

Inspirado en artículos de Esprit Yoga



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