¡Sonríe desde adentro!
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Desde tiempos inmemoriales, hemos sonreído a los demás para mostrar nuestro placer al conocerlos. Pero sorprendentemente, no sabemos cómo sonreírnos a nosotros mismos. ¡Y menos aún la idea de sonreír a nuestros órganos! Y aún así, trabajan para nosotros todo el tiempo. A menudo sólo nos damos cuenta de su importancia cuando nos enfermamos.
Los maestros taoístas enseñan que la sonrisa interior trae felicidad, salud y longevidad. Una verdadera y sincera sonrisa trae mucha felicidad. De la misma manera, cuando nos sonreímos a nosotros mismos, nos damos un baño de amor que envía ondas de energías curativas y relajantes a todo nuestro cuerpo. Recientes descubrimientos científicos han establecido la presencia de neuronas en nuestros intestinos y corazón y los antiguos maestros ya sabían que nuestra conciencia también reside en lo profundo de cada uno de nuestros órganos. ¡Sonriámosles para que sean más felices!
La respiración y la meditación de la sonrisa interior se puede hacer sentado o acostado. Respira profundamente y con amplitud. Infle su estómago y pulmones al inhalar, y a medida que libere la respiración, sienta la relajación que comienza a asentarse en su cuerpo al liberar la tensión muscular. Concéntrate en el chakra Ajna en el medio de tus ojos.
Continuar respirando profundamente durante la meditación.
- Envía una sonrisa interior a todo el cuerpo y siente la energía de la alegría que se extiende como un rayo de sol, en los ojos y en el tercer ojo. Siente las esquinas exteriores de tus párpados y la boca levantándose.
- Siente la energía sonriente fluyendo lentamente por el cuello y hacia el corazón. Siente el corazón abierto, y conéctate con la energía de la compasión. Para crear una atmósfera de felicidad en el corazón, se puede pensar en un momento particularmente agradable y armonioso .
- Luego sonríe a los pulmones y genera en ellos sentimientos de coraje.
- Sonríe al hígado y crea bondad en él.
- Sonríe al páncreas y al bazo y genera honestidad y justicia en ellos.
- Sonríe a los riñones y desarrolla la bondad.
- Sonríe a las glándulas suprarrenales y mejora tu resistencia al estrés.
- Sonríe a los órganos sexuales y revitaliza tu alegría de vivir.
- Sonríe a la garganta, a la glándula tiroides y mejora tu comunicación.
- Sonríe al sistema digestivo y dale un descanso.
- Vuelve a tus ojos, sonríe a tu cerebro: a tu pituitaria y a las glándulas pineales, al hipotálamo y a la pituitaria.
- Finalmente, sonríe hasta el fondo de tu columna vertebral.
¡Haz esta meditación/respiración a cualquier hora del día, tan a menudo como quieras!
Artículo escrito por Céline Miconnet
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