Yoga : Saber esperar

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En lugar de considerar la espera como un tiempo vacío, para ser neutralizado o incluso combatido, tratemos de transformar lo que parece ser tiempo perdido en tiempo vivido.En cada vida humana, la espera… Los niños esperan a crecer, sus padres esperan las vacaciones, y todos esperamos el metro, el tren, un amigo. Esperar el amor o esperar el turno, grandes eventos o momentos benignos, la espera es por lo tanto inevitable. ¿Pero por qué se ha vuelto indeseable?Nuestras sociedades están locas por la eficiencia, el rendimiento, la aceleración. Y transforman nuestros tiempos de espera en una sensación de tiempo perdido, en un seguimiento molesto o ansioso del paso del tiempo («Llevo esperando tanto tiempo…») o en un refuerzo de nuestras adicciones digitales («¿10 segundos de espera? Me lanzo a mi smartphone»). Sin embargo, hay otras formas de hacer las cosas, para transformar lo que parece ser tiempo perdido en tiempo vivido.Cuando estamos esperando, si primero nos damos cuenta de cómo estamos viviendo la espera… No de una manera general, sino sólo aquí y ahora… ¿Cómo lo vivimos en nuestros cuerpos: estamos tensos, sentados en el borde de nuestra silla para poder saltar mejor cuando llega nuestro turno? ¿Estamos impacientes por ver la hora? ¿Y si en cambio elegimos aceptar esta expectativa impuesta por el destino, para vivirla inteligentemente? ¿Y si elegimos sentarnos bien, cómodamente, con la espalda recta y los hombros abiertos? ¿Y si tuviéramos cuidado de respirar profundamente?¿Qué pensamientos y emociones pasan por nuestra mente acerca de esta expectativa? ¿Molestia, preocupación por llegar tarde al siguiente paso? ¿Estos pensamientos nos ayudan a acortar el tiempo de espera? No, nos empujan a vivirlo mal, y a contaminar lo que vendrá después: llegaremos a la situación tensos y estresados.Lo que nos ayudará es no estresarnos sino actuar. ¿Hay algo que podamos hacer para esperar menos? ¡Sólo hazlo! ¿No hay nada que podamos hacer? ¡Entonces cuídate! Tome este momento como una oportunidad para respirar, para reconectarse con usted mismo (en lugar de con su red de telefonía móvil).Esta expectativa impuesta, que al principio parece una adversidad, es en realidad una posibilidad: tomar un descanso, vivir mejor nuestras vidas. Como Gide escribió en The Earthly Foods: «Que cada expectativa en ti no sea ni siquiera un deseo, sino simplemente una disposición de bienvenida. La bienvenida del momento presente y de la vida en nosotros. Que cada expectativa sea para nosotros un recordatorio de esta oportunidad: estamos conscientes, presentes en el mundo. ¿Qué más podríamos querer? Espero por lo que vivo, espero por lo que soy.Último libro publicado: La Vie intérieure, Éd. de L Iconoclaste 2018.Por Christophe André y Florent Dulong

Inspirado en artículos de Esprit Yoga

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